Es muy sencillo y se le puede poner colores y aromas, aunque sin exagerar, no sea que te tomes el café azul.. solo con unas gotitas de colorante es suficiente.
Necesitamos 220 gr. de azúcar y unos 15 ml aprox. de agua, aroma al gusto (muy poquito) y el color que tú quieras.
Esta mezcla debe quedar como arena mojada y cuando ya esté lista la ponemos en el molde elegido, rellenandolo y apretando el azúcar. Lo peor viene ahora, cuando debes dejarlo secar varios dias y por la impaciencia, se rompan.... que le voy a hacer...en la próxima intentaré no ser tan impaciente. Cuanto más calorcito haga donde los dejemos secar, mejor.
Solo me quedó sano y salvo un super corazón de las que hice ( un osito, un hombre de gengibre pequeño, dos corazones) como era para probar no hice muchas, pero sorprendentemente fue la más grande la que aguantó mejor.
El osito quedó mutilado, pero como tengo un ratoncillo al que le encanta el azúcar, no tuvo problemas en decirme que se lo comia él, los demás que deshicieron al sacarlos.
No se ve, pero es bastante alto.
Un regalito de lo más dulce para endulzar uno, dos, tres y hasta diez cafés.
See you
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